Durante dos años, y acompañado de su amigo el escritor, viajero y fotógrafo Maxime Du Camp, Flaubert tuvo la oportunidad de conocer directamente todo aquello con lo que había soñado desde su infancia, en un particular Grand Tour que le llevó a Egipto, incluyendo una travesía por el Nilo, a Tierra Santa, Constantinopla, la Grecia clásica y finalmente a Italia, en un periplo que duró dos años, hasta junio de 1851.