Este libro es una bella historia de amor, así como una interrogación sobre el significado de lo humano, escrito además con una brillantez literaria excepcional. Tras su primera detención en 1934, el poeta Ósip Mandelstam, uno de los mayores del siglo xx, permaneció en el
exilio en Vorónezh durante tres años hasta su deportación; la muerte le llegó en 1938, en un
campo de tránsito hacia Siberia. Su viuda logró
escapar y sobrevivió como profesora de inglés
en pequeñas ciudades de provincias, hasta que en 1956 se le permitió regresar a Moscú. Allí comenzó este relato, uno de los más conmovedores del siglo xx, en el que con extraordinario detalle narra las trágicas vivencias de su marido y sus compañeros de generación.
La sensacional lucidez que nos muestra, su admirable
serenidad en la lucha contra la barbarie y su conocimiento de primera mano del mundo intelectual de la Rusia de ese período, hacen de este libro un documento excepcional, así como una experiencia lectora imborrable.