Construyendo su misterio desde el centro de su propia obviedad, la poesía de Stein resiste el impulso interpretativo y descansa sobre la repetición y la insistencia en un único motivo: ?el descubrimiento, el amor, la pasión por el nombre de cualquier cosa?. La autora, en su terquedad, crea una poesía que nos obliga a reconsiderar el lugar de la repetición, la desconexión y la noción misma de significado