«He leído de Lago todo lo que he encontrado. Un día, me escribió desde Tokio para decirme que había comprendido el sentido profundo de los viajes tan largos: dejarlo todo atrás. Ante sus libros tiene uno siempre una sensación parecida: es imposible retroceder, sólo avanzar hacia una repentina extraña genialidad.»
Enrique Vila Matas
«Un despliegue de recursos narrativos de tal
riqueza y variedad que al lector acostumbrado
al consumo de novelas rectilíneas y de
estructura simple se le antojará un
laberinto inextricable, a pesar de que es
una composición diáfana, una estructura
impecable y sin cabos sueltos».
Ricardo Senabre, El cultural (sobre Llámame Brooklyn)
«Eduardo Lago hace honor a su fama
y se muestra como un narrador sólido,
imaginativo y de una cultura tan variada como
versátil».
Javier Fernández de Castro (sobre Ladrón de mapas)
«La literatura de Lago nos concilia con la
metaliteratura y nos hace ver que, frente
a la postura narcisista y vacua de otros
que la practican, es aún posible hacer una
metanarración generosa, humilde, brillante,
alegre y obsequiosa con el don infinito de la
lectura recibida».
Vicente Luis Mora (sobre Ladrón de mapas)