La guerra en la ex Yugoslavia y el surgimiento de una violencia irracional del capitalismo tardío constituyen el contexto político y teórico del nuevo libro de Slavoj Zizek, quien desde la perspectiva del psicoanálisis lacaniano propone una renovación de la teoría marxista de la ideología.
En la primera parte, el libro analiza el papel que desempeña la violencia en esta fase del capitalismo. Desarrolla el concepto de desublimación represiva y examina cómo funciona hoy el concepto de superyó en los mecanismos ideológicos: en la escisión del dominio de la ley entre la ley pública, escrita, y su reverso obsceno; en la violencia excesiva e irracional que denuncia un plus de goce insoportable encarnado en el Otro; en la economía libidinal de la violación como instrumento militar en la guerra de Bosnia.
En la segunda parte, Zizek rastrea las vicisitudes de la figura de la mujer en el arte moderno y en la ideología, rescatando a ciertos autores generalmente olvidados por su pensamiento reaccionario, como Otto Weininger. Demuestra cómo la lógica del amor cortés continúa estructurando la matriz fantasmática de las relaciones entre los sexos, e ilustra sus argumentos como ya es habitual en el autor con ejemplos extraídos del cine actual.
Las dos partes del libro están unidas por el concepto elusivo de goce y de sus metástasis en los ámbitos de la política y la cultura, lo cual nos recuerda las dos superficies de la cinta de Moebius: si avanzamos lo suficiente en una de ellas, súbitamente nos hallamos en su reverso. El análisis de Zizek de la ideología nos lleva a advertir el vínculo entre violencia y goce femenino, y abre así un espacio para un debate rico en torno a las relaciones de poder.