Un hombre de acción. Un defensor acérrimo de las ideas libertarias. Un luchador del sindicalismo. El nombre de Buenaventura Durruti (León, 1896 ? Madrid, 1936) apareció en los periódicos de la época con motivo del asalto al Banco de España de Gijón. Más tarde formó parte de una organización conocida como «Los Justicieros» o «Los solidarios», responsable del ajusticiamiento del presidente Dato, así como del cardenal de Zaragoza. He aquí sólo algunos datos de esta apasionante biografía sobre una de las principales figuras del anarquismo español, que murió durante la defensa de Madrid tras el estallido de la Guerra Civil.
Durruti en la Revolución española se publicó por primera vez en Francia, ya que dadas las circunstancias políticas de los años setenta no pudo editarse en la lengua en la que había sido escrita ni para el público al que principalmente se dirigía. Con el paso de los años, se convirtió en un verdadero libro de referencia que ha sido traducido a numerosas lenguas. No pretende Abel Paz en estas páginas mitificar al militante ni elevarlo al panteón de los hijos ilustres muertos por la patria o la revolución, sino rescatar del olvido a un personaje que, por sus cualidades personales, su intensa vida -transcurrida en su mayor parte en la clandestinidad, las cárceles y el exilio- y su proyección histórica merece ser recordado más allá de la historia oficial.